En la Sociedad Española De Excelencia Académica nos preocupa especialmente el desempleo juvenil por el Covid-19, ya que nuestro objetivo principal es velar por los intereses de los recién graduados. La crisis del coronavirus es un problema que afecta a todos los ámbitos de la sociedad. Sabemos que en materia de sanidad es un peligro especialmente grave para los mayores. En términos laborales está arrasando, sobre todo, con la empleabilidad de los jóvenes en España. El gran esfuerzo depositado por nuestros universitarios en su preparación académica les convierte en una de las generaciones más preparadas en la teoría. Sin embargo en la práctica se dispara el porcentaje de desempleo de esta generación. Esto hace mella en la estima colectiva de estos graduados universitarios y convierte una contratación estable en una completa utopía.

 

Características laborales generales

Qué lugar ocupa la realidad laboral de nuestros jóvenes. Debemos elaborar un marco genérico sobre las características laborales predominantes en nuestro país. Así entenderemos la posición actual del empleo juvenil.

La contratación temporal en España sigue siendo considerablemente superior con respecto a la media de la Unión Europea. Siendo un 26% frente a un 13%, respectivamente. La OCDE, ya en 2018, señaló que el problema principal para el desarrollo de nuestra economía era la falta de inclusión y la calidad del empleo. Algo que no hemos subsanado por el momento. Es un hecho que nuestras modalidades contractuales siguen sin responder a las problemáticas existentes. Sencillamente no se ajustan a las necesidades de la actual crisis.

 

Cifras del desempleo juvenil

Algunas franjas de edad apenas están sufriendo el impacto de la crisis del coronavirus en cuanto a la destrucción de empleo. En cambio, se está ensañando con los más jóvenes. No es difícil entender que sean estos los más afectados, primordialmente porque los jóvenes son los que más contratos precarios tienen. Por ende las empresas pueden extinguir la relación laboral de forma más inmediata y barata.

Las cifras sobre la caída de empleo que por el momento constan sobre los grupos de edad revelan que en el grupo de 20 hasta 35 años es del 2% o superior con respecto al número de afiliados. La mayor destrucción de empleo se produjo entre los jóvenes de 20 a 29 años según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INSS). Esta franja de edad sufrió más de un tercio de los despidos, alcanzando las 84.000 bajas de afiliados a la Seguridad Social.

 

Desequilibrios del mercado laboral

Estos datos convierten ya a España en el país europeo con mayor paro juvenil. Los desequilibrios del mercado laboral, unidos a la mala redistribución de rentas pone en un gran aprieto a toda una generación. Otro factor relevante es que los jóvenes apenas tienen presencia en el sector público. Vuelve a ser el empleo más seguro en esta crisis. La mayoría de los funcionarios públicos tienen más de 45 años, y en algunos, sectores, las plantillas superan los 50 años. Siendo los menores de 35 años una minoría por la escasez de oposiciones durante casi una década.

Todas estas circunstancias llevan a que muchos jóvenes puedan verse obligados a pedir ayuda a sus familiares para superar esta crisis. Otra posible consecuencia de esta situación sería un repunte de la “fuga de cerebros” en búsqueda de oportunidades de empleo en otros países extranjeros. Según comentamos en uno de nuestros post, la realización de un Máster en el extranjero se convierte en otra opción interesante. Sobre todo para aquellos que quieren continuar sus estudios a la vez que aprenden un nuevo idioma y se adaptan a un nuevo país.

 

Datos inexactos sobre el desempleo

El total de la destrucción de puestos de trabajo que se registró en el mes de marzo es de casi un millón. Por su parte, el número de afiliados a la Seguridad Social se redujo en 833.979 personas en dicho mes. El número de parados registrados en las oficinas del SEPE aumentó en 302.265 personas respecto a febrero. No obstante, es importante tener en cuenta que tanto el dato de parados como el de afiliados no recoge el impacto de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Esto se debe a que las personas afectadas por estos procesos siguen figurando como cotizantes y no son parados porque no han perdido su empleo.

Tanto la Seguridad Social como el Ministerio de Trabajo aún están codificando los datos de los ERTE. Y las autoridades de cada comunidad autónoma están desbordadas con los distintos trámites. Por lo tanto, no se conoce los datos reales y actuales de cuántos trabajadores afectados hay. A pesar de la falta de exactitud numérica lo que si es cierto es que nos sirve para comprender la magnitud de la caída de la actividad en España. También nos ayuda a anticipar que la salida de la crisis será lenta.

Desde SEDEA estamos trabajando más duro que nunca por la empleabilidad de nuestros miembros, a pesar de las dificultades que conlleva el contexto actual. Seguimos contactando con empresas e instituciones de primer nivel para ampliar las ofertas de nuestro Portal de Empleo Exclusivo . Y que los graduados universitarios con los mejores expedientes del país puedan así optar a ofertas de trabajo, prácticas y becas.