El concepto de liderazgo se encuentra muy relacionado con otros fenómenos como poder, autoridad, supervisión, jefe o dirección. Pero es importante tener en cuenta que son conceptos diferentes. Un ejemplo es la diferencia entre líder y jefe, distinción que ya abordamos en una de nuestras entradas de blog previamente.

El término de liderazgo posee tantas definiciones como personas se han acercado a estudiarlo. Esto hace complicado el estudio de este concepto. Sin embargo, la mayoría de las definiciones coinciden en tres aspectos:

  • Es un fenómeno social que requiere del líder y de los seguidores.
  • Se trata de un proceso de influencia.
  • Implica la consecución de una meta.

Perspectivas de estudio

Existen 3 grandes aproximaciones a este concepto: como rasgo, como conducta y la aproximación contingente al liderazgo.

El liderazgo como rasgo de personalidad (“el líder nace, no se hace”)

Esta perspectiva partía de la hipótesis de que era posible definir un conjunto de rasgos (físicos o de personalidad) que permitan diferenciar entre lideres eficaces y no eficaces. Sin embargo, no se ha encontrado ninguna característica que lo determine, aunque sí que hay características que apoyan su percepción por parte de los seguidores.

El liderazgo como conducta

Entiende el liderazgo como un patrón de comportamiento ¿qué hace el que logra ser líder y que hace el que no lo logra? Dentro de esta perspectiva destacan varios autores.

Uno de los más conocidos es Kurt Lewin, quien realizó un experimento con objeto de establecer los efectos de distintos estilos de liderazgo en la forma en la que la gente se comporta en los grupos. Concluyó la existencia de tres tipos de liderazgo: autoritario, democrático y liberal o laissez-faire.

Posteriormente, los estudios de Rennis Likert identificaron dos estilos distintos de liderazgo, que, aunque con distintos nombres, se mantienen hasta la actualidad: centrado en la tarea y centrado en los empleados. Este autor mantenía que estas dos dimensiones eran ortogonales (independientes) y, por tanto, no podían darse al mismo tiempo. Además, para él los líderes centrados en la tarea eran más eficientes, por lo que había que guiar a los líderes de las organizaciones en esta dirección.

Foto para el texto del blog sobre el liderazgo

Fleishman, defendía que las dos dimensiones encontradas por Likert eran oblicuas y, por tanto, se podían dar las dos dimensiones al mismo tiempo. Combinando ambas dimensiones teorizó la existencia de 4 tipos de liderazgo: autocrático, compartido, laissez-faire y relaciones humanas.

Aproximación contingente al liderazgo

Por último, se estudia este concepto en su aproximación contingente al liderazgo, que entiende la conducta influida por el contexto.

Como primer autor de esta aproximación destaca Fiedler, el cual introduce en su modelo de liderazgo contingente, las variables moduladoras. Fue el primer autor en defender que los cuatro estilos de liderazgo se ven influidos por el contexto. Es necesario saber cuándo conviene utilizar un estilo u otro según las demandas de la situación.

Mas tarde, Hersey y Blanchard introducen los factores propios de los subordinados dentro de su teoría del liderazgo situacional. Manteniendo que la eficacia del líder depende de la articulación entre los distintos estilos y las características de los subordinados. Actualmente, esta teoría es una de las mas importantes sobre este concepto. Es muy utilizada como un instrumento eficaz en la formación de directivos.

La teoría del liderazgo situacional defiende la existencia de 4 patrones de conducta del líder (delegar, participar, persuadir y dirigir) que se determinan según los niveles de motivación y competencia de sus subordinados. Es decir, la eficacia del líder se medirá porque tenga todos los estilos de liderazgo y porque sepa aplicarlos de manera flexible según las características de los empleados.

Corrientes de estudio actuales

A partir de los años 80, las investigaciones sobre el liderazgo empiezan a incluir aspectos emocionales y simbólicos. De esta manera, surgen nuevos enfoques, destacando el carismático, el transaccional y el transformacional.

Goleman destaca por su introducción de los factores emocionales al concepto de liderazgo. Describe 6 estilos diferentes, cada uno basado en un componente de la inteligencia emocional.

Otro enfoque actual muy respetado es la teoría del camino a la meta, desarrollada por Robert House. Mantiene que el líder eficaz es aquel cuyo comportamiento es percibido por sus subordinados como un medio inmediato de satisfacción o una manera de conseguir satisfacción a largo plazo. El modelo del camino a la meta una forma de explicar y predecir la eficacia del liderazgo: El éxito de un líder depende de ajustar su estilo tanto al ambiente como a las características de sus seguidores.

Actualmente no existe un único enfoque sobre el concepto de liderazgo. Sin embargo, la mayoría de teorías coinciden en que es importante tener en cuenta varios factores a la hora de entender la eficacia del líder: factores propios del director, factores propios de los subordinados y factores propios de la situación.

Desde SEDEA consideramos importante, que tanto en un ambiente académico entre universitarios o ya sea entre profesionales en un entorno laboral, el líder de un equipo de trabajo no debe ser un perfil eminentemente tecnológico, como podría pensarse en esta era digital. Sino que lo que realmente se necesita es una visión más humanista que nunca. Así pues las relaciones sociales y la comunicación constante serán el nexo que permitan actuar a la organización como un todo cohesionado y alineado.