Hemos realizado una entrevista a Daniel Huete, graduado en Psicología por la Universitat Rovira i Virgili, con un Máster en Envejecimieno y Salud, y actualmente Técnico de gestión y explotación de datos.

Daniel es un estudiante ejemplar, que ya en bachillerato obtuvo matrícula de honor, logró una de las mejores 500 notas de selectividad en Cataluña y 32 Matriculas de Honor entre grado y máster; además del premio extraordinario de Grado.

 

«32 Matrículas de Honor entre el Grado y el Máster… ¿cómo ha sido tu etapa universitaria?

Lo cierto es que la etapa universitaria ha sido una experiencia enriquecedora en todos los sentidos, ya que no es sólo un contexto de aprendizaje formal y profesionalizador, sino que también brinda oportunidades para el desarrollo de otros aspectos relevantes en las personas (autoconocimiento, esfera social, esfera emocional…). Por ejemplo, a nivel social me llevo grandes amistades, referentes y contactes… que quizás de otra forma no habría conocido. Otro ejemplo: a nivel personal me llevo experiencias transformadoras y competencias transversales que son de gran valor tanto a nivel personal como profesional.

A nivel académico, no lo he sentido muy distinto a la dinámica que siempre he tenido, en la medida que desde pequeño me ha encantado aprender, me he exigido y he rendido. Siempre he tenido media de excelente. En bachillerato saqué matrícula de honor, obtuve una de las 500 mejores notas de selectividad en Cataluña, en el grado fui premiado con el premio extraordinario de fin de estudios… Quizás en lo que sí he notado algún cambio es en la importancia relativa que tienen el “talento” y el esfuerzo. Mientras que, por ejemplo, en el instituto si se te da bien puedes sacarlo adelante con relativamente poco esfuerzo, en la universidad siento que tiene mucho más peso el esfuerzo/trabajo constante día a día que en las capacidades intelectuales que uno pueda tener.

¿Cómo te organizabas?

Como anticipaba en la pregunta anterior, mi principal estrategia era el trabajo constante día a día. Más concretamente, intentaba redactar mis propios apuntes de lo explicado en clase antes de tener la siguiente sesión de la misma asignatura. Por si le puede ser de utilidad a otras personas, algunas técnicas que utilizaba para ello era:

  • Organizar y estructurar la información (con la ayuda de apartados y jerarquías, códigos de colores, imágenes y esquemas visuales).
  • Explicarlo lo más claro posible, como si los fuera a leer otra persona (aunque tu yo de hoy pueda ver cosas muy obvias como para apuntarlas, quizás al cabo de unos meses ya no lo ves tan claro, y agradeces habértelo explicado “para tontos”).
  • Relacionar conceptos entre sí (de esa asignatura, de otras asignaturas y de cualquier otro conocimiento que uno tenga).
  • Completar/ampliar la información con la bibliografía y con las consultas a las y los docentes cuando uno no lo tenga claro…

Al hacer estos esfuerzos, promovía la elaboración, comprensión y consolidación de la información, favoreciendo el aprendizaje significativo. De este modo, podía entender mejor las explicaciones de la siguiente clase. Y cuando llegaban los exámenes, muchas cosas ya las sabía más o menos antes de hacer el estudio final (ganando tiempo y reduciendo estrés).

¿Te quedaba tiempo libre para desconectar?

Es esencial organizarse el tiempo, tanto en relación al estudio como al no-estudio. Tener tiempo para desconectar y disfrutar de otras cosas de la vida también es muy importante para nuestra salud y nuestro bienestar. Una persona que se dedica única y exclusivamente a estudiar y no tiene tiempo para nada más, probablemente se va a amargar y va a sufrir. Y lo digo por qué me ha ocurrido y ahora no tengo ninguna duda de que fue un tremendo error. Paradójicamente, incluso es contraproducente en los estudios. Si uno está estresado y amargado porque solo estudia, tiene números de que le influya negativamente en la concentración, la motivación para estudiar, etc. Por ello, en el planing diario y semanal que hagamos, uno debe reservarse tiempo para el ocio y el relax. Si hace falta, incluso planificándolo como parte de la rutina diaria.

Que un estudiante tenga notas muy altas… ¿significa que será un magnífico profesional?

Pues… La verdad es que tengo sentimientos encontrados con esta idea. Considero que la gente que tiene muy buenas notas no las tiene por casualidad. Es el reflejo de cualidades que son un valor añadido interesante para el mundo laboral. Por ejemplo inteligencia y capacidades cognitivas, capacidad de aprendizaje, responsabilidad, previsión, planificación y organización, motivación, esfuerzo, persistencia y tolerancia a la frustración, habilidades socio-emocionales…

Por otro lado, el ser un buen profesional depende de la interacción de múltiples variables de la persona y el contexto. Reducirlo solo a las notas considero que sería un error. Por ejemplo, imaginemos a un profesor que, a pesar de tener muchos conocimientos sobre la materia (hecho que se reflejaría en las notas), no sabe transmitir lo que sabe o que no sabe cómo tratar a los alumnos: hay habilidades y competencias que no se pueden deducir claramente de las notas, ya que no siempre sabemos extrapolar lo aprendido en el contexto académico al mundo laboral. Además, las circunstancias vitales también importan: considero que sería ingenuo pensar que dos personas que potencialmente podrían sacar muy buenas notas por sus factores intrínsecos, tengan las mismas probabilidades reales de hacerlo si nacen, se desarrollan y viven en entornos muy dispares en cuanto a posibilidades y facilidades.

Tú, como estudiante excelente has podido acceder a un buen puesto de trabajo ¿crees que es lo habitual? ¿O hay muchos universitarios sobresalientes cuyo talento se pierde, y se ven abocados al desempleo o trabajar en puestos no especializados?

Sin duda creo que hay mucho talento que se pierde. Y debo hacer énfasis en que esto es un problema que nos afecta a todos como sociedad: todo este talento perdido, no solo afecta a la persona que se ve en esa situación, también son pérdidas en innovación y desarrollo científico, tecnológico, social, productivo, etc. que repercutiría positivamente en todos nosotros.

Incluso, si uno lo enfoca desde una perspectiva más estatal, se debe añadir la pérdida añadida que se produce en la fuga de talento: se hace una gran inversión para formar ciudadanos cualificados, que después se ven obligados a irse de su tierra para buscar una situación laboral decente acorde a su cualificación; inversión se pierde aquí y se aprovecha en los países de destino. Y si alguien interpreta que estoy criticando a las personas que se van del estado a buscar un futuro mejor, nada más lejos de la realidad: critico al sistema y la organización sociolaboral que no es capaz de brindar las oportunidades adecuadas.

Chico estudiando

¿Crees que existen mecanismos eficaces para identificar y poner en valor a los graduados más brillantes del país?

Creo que en el ámbito académico sí que existen algunos intentos de identificar a los mejores graduados basados en las notas (p. ej., las matrículas de honor o los premios extraordinarios de fin de estudios). Pero más allá que esto… lo desconozco.

¿Crees que los mejores graduados tienen alguna ayuda institucional que les facilite de forma específica el acceso al empleo?

Si los hay, los desconozco completamente. Como comentaba en la pregunta anterior, aunque quizás dentro del contexto académico sí que se identifiquen de algún modo, faltan mecanismos de comunicación con el mundo laboral que les digan “oye, que aquí tengo gente brillante que potencialmente pueden ser profesionales magníficos”.

¿Qué opinas sobre SEDEA y su iniciativa del Ranking Nacional “Graduados Top” y su Portal de Empleo Exclusivo?

Me parece una iniciativa genial en la dirección que comentaba en la pregunta anterior: establece un puente directo entre la identificación del talento que se realiza en el contexto académico y el mundo laboral. Esto tiene un doble beneficio claro:

  • Incrementar la inserción laboral de los graduados con buenas notas en puestos de trabajos acorde con esta alta cualificación,
  • Proporcionar a las empresas e instituciones candidatos de calidad.

Sinceramente espero que la iniciativa tenga éxito, tanto entre los candidatos como entre las empresas e instituciones, y seáis un referente en el ámbito.

¿Qué aconsejarías a alguien que este comenzando su carrera universitaria?

Uf… Les diría tantas cosas… No sé cuáles de ellas son objetivas y cuales están sesgadas por mi experiencia personal. Pero bueno, allá van y que cada uno filtre a su conveniencia:

  • Elige teniendo en cuenta tanto la razón como la emoción. Considero que a la hora de escoger la carrera, es tan importante recopilar información sobre qué se aprende y a qué trabajos de posibilita acceder como el tener motivación/vocación intrínseca por ese camino académico-laboral.
  • Realiza un aprendizaje significativo: estudia para aprender y enriquecerte, no memorizando como un loro para aprobar y después que se te olvide la mayoría.
  • Utiliza técnicas de estudio y de organización del tiempo como las que he comentado durante la entrevista. Aun así, que quede claro que hay diferentes alternativas y que cada uno debe encontrar las que mejor le vayan.
  • Ten paciencia y tolerancia al estrés y la frustración: a todos nos toca pasar por asignaturas o docentes terribles, realizar tareas sin poder hacerlas mejor por falta de tiempo o ganas, etc.
  • Ten espíritu crítico y rebelde: que no os cuelen chorradas sin fundamento ni dejéis que se docentes déspotas hagan lo que les dé la gana.
  • No descuides otros aspectos de la vida por los estudios: busca un equilibrio.
  • Intenta aprovechar la etapa universitaria para ir viendo el mundo laboral (p. ej., realizando prácticas extracurriculares que te den conocimiento sobre la realidad laboral y que te abra puertas para el futuro).

¿A qué profesional de tu área admiras? ¿Nos propone algún favorito para que intentemos entrevistarle/la?

En general, a todos aquellos profesionales que realizan sus trabajos, muchas veces en condiciones precarias y con sobrecarga de trabajo, por la pura motivación intrínseca de hacer lo que les apasiona y/o por hacer de este un mundo mejor.

Por poner un ejemplo concreto, uno de los ámbitos que tienen más interés personalmente es la lucha contra los movimientos sin fundamento empírico que pueden ser potencialmente perjudiciales para la sociedad (p. ej., pseudociencias, la desinformación y las fake news…). A este respecto, admiro las iniciativas nacionales de periodismo basado en la evidencia de Maldita.es y Newtral, especialmente sus esfuerzos por desmontar bulos informativos. Llevando este tema al terreno de la psicología, admiro los trabajos de Helena Matute (a nivel nacional) y Christopher French (a nivel internacional) por sus aproximaciones al estudio científico de las bases psicológicas de las creencias (y experiencias) pseudocientíficas y paranormales.

¿Cuál es tu sueño? ¿Dónde te gustaría llegar?

Si hablamos del aspecto profesional, mi sueño sería hacer carrera en el mundo de la docencia y/o la investigación. Ahora bien, estoy abierto a cualquier camino laboral que tenga impacto social, que me permita cierta autonomía de acción y que no sea excesivamente monótono/rutinario.

Si hablamos en un sentido más amplio e idealista… Quizás suena muy utópico, pero me gustaría poder llegar a un punto en que todos podamos vivir dignamente, en paz y en harmonía.»

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